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Hay situaciones, momentos, segundos o minutos del día, en los que te gustaría cambiar las cosas que te están ocurriendo o simplemente parar el tiempo para disfrutar más, pero por desgracia son cosas que no se pueden hacer, del mismo modo que no se puede elegir de quien nos enamoramos, ni el daño que nos haga un amigo. 
Si hay algo que he aprendido es que cuando alguien te pide que cambies, primero debe de cambiar ella. Si alguien te hace daño, debes pasar de ella, en el futuro será la persona que se arrastre para que la perdones. Si te enamoras, te enamoras, es algo que no se puede evitar, pero si la persona de la que te enamoras pasa de ti o simplemente no sabe ni que existe, siempre se puede intentar olvidar y buscar otra. También he aprendido que las cosas en la vida pasan por alguna razón, aunque nadie pueda entenderlas y que la vida está para vivirla y no para preocuparnos. Por eso, siempre puedes esperar lo inesperado, sin pensar si es bueno o malo.