lunes, 27 de noviembre de 2017

¿Te digo una cosa?

¿Te digo una cosa?
No recuerdo el momento exacto en el que el cielo estrellado se volvió mi refugio. No recuerdo cuando me enamoré de cada uno de esos puntitos brillantes que parpadean cada noche esperando ser observadas por algún curioso que quiera encontrar un nuevo planeta.
A mí que siempre me dio miedo la oscuridad, llegué a encontrar paz en ella, solo porque sabía que miles de ojos estaban cuidando de mí, más especialmente los de mis ángeles, pero...
¿Te digo una cosa?
La estrella más brillante se queda en nada al lado de tus ojos, que aunque no son claros, cuando sonríes, iluminan una habitación entera. Claro, tu sonrisa es la luna en estado menguante o creciente, esa luna que vive regalando esperanzas a los noctámbulos que deambulan en busca de una señal... Yo... Yo soy noctámbula también, busco en ti cualquier señal que me haga saber si estoy haciendo lo correcto contigo o si estoy yendo demasiado lejos... Pero eres muy difícil de leer, aún me cuesta...
Ojalá vivir en tu cabeza, para saber si en algún momento del día piensas en mí tanto como yo pienso en ti.
¿Te digo una cosa?
Me estoy ilusionando, poco a poco y sé que si me estampo, no me dolerá, el viaje... Al menos... Ha sido demasiado hermoso.

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