Aprendí...

Aprendí que no puedes hacer una montaña de un grano de arena, que la vida no la escribimos nosotros, que todos los días hay una sorpresa nueva, que el tiempo cura las heridas y que una vez que aprendas eso, ya no lo olvidas.
Aprendí a valorar a las personas por lo que son, a no juzgarlas sin conocerlas, a dejar que el tiempo haga su trabajo, a no intentar cambiar el destino,a ser feliz con cosas insignificantes, a no darlo todo desde el principio, porque me pueden hacer daño. Aprendí que la vida es de color de rosas, a pesar de los problemas, a que lo malo tiene su parte buena y que las personas te enseñan valores importantes.
Aprendí que detrás de las nubes el cielo siempre es azul, que las pequeñas acciones te hacen feliz, que las personas hacen daño por envidia, que los mejores amigos son los que saben perdonar y no guardan rencor.
Aprendí que la vida es más fácil cuando se es niño, que los problemas son peores a medida que crecemos, que no debo dejar que me pisoteen, que lo único que no tiene solución es la muerte, que debo pensar dos veces las cosas, que unas palabras de aliento hacen mucho por ayudarte, que la vida son dos días y no hay que estar mal. Que cuando menos te los esperas pierdes a alguien sin poder despedirte y que cuando te das cuenta ya es tarde para perdonar.
Aprendí que es divertido estar enfadado con una persona y reirte por no poder aguantar, aprendí que lo más importante en la vida son tus padres y nadie podrá sustituirlos, que ellos siempre estarán a tu lado, incluso cuando no puedas verlos. Que los problemas son chistes malos de los que te debes reír.
Aprendí que la vida nos pone pruebas que debemos superar y que una palabra, que dice durar toda la vida, no dura ni dos segundos.