viernes, 10 de noviembre de 2017

Para ti, aunque igual nunca me leerás.

Hola! 
Sí, no te asustes es a ti.
Y sí, me conoces.
Soy la chica tímida que conociste en un oscuro pasillo un día de enero antes de un examen... 
El día en el que la vida me daba un año más de vida y además, el destino me regalaba tu presencia, que sin yo saberlo, tiempo después iba a ser tan especial para mí. 
Sí, obvio que te vi, te miré a la cara y me pareciste guapa y sin hablar demasiado me transmitiste tranquilidad y esa es una habilidad que todavía posees.
 Tu tono de voz me relaja cuando por dentro estoy teniendo una tormenta. No me preguntes el por qué, no sabría decírtelo, pero te lo agradezco, hay veces en la vida que necesitas un suspiro de esperanza para seguir adelante y así es cuando hablo contigo, internamente me siento estancada en algún punto, pero tú consigues que vea algo a lo lejos, una luz al final del túnel.
¡Dios! Estoy sonando demasiado cursi enamorada, pero créeme que no es para nada con ese tono. Te lo digo con las mejores intenciones, por si en algún momento de tu vida dudas sobre que estás haciendo bien.
Como iba diciendo, me conoces, tal vez y solo tal vez, no sabes toda mi vida, no sabes de mi orientación, aunque tampoco hay que ser muy inteligente para saberla, igual tampoco sabes que me fijé en ti, sí, otra vez, pero esta vez me fijé de verdad, me fijé en ti más allá de lo físico, centrándome en cómo eres tú como persona y de momento no me has decepcionado... 
Eres una chica increíble, siento que contigo se puede hablar de cualquier cosa, así sea una bobería, de hecho, te ríes de muchas estupideces que digo y eso es algo que pocas personas hacen. Hablar contigo, a solas, se está volviendo poco a poco en uno de mis momentos favoritos del día, pero siempre me quedo con ganas de más... Me encantaría poder tener una conversación a las 2 de la mañana en la que ninguna de las dos tenga miedo a abrirse y a contar sus sueños o sus miedos, de esas conversaciones que aunque pasen años, siempre quedaran en el recuerdo de lo bonitas que fueron y sobre todo, por las cosas que conociste de la otra persona más en profundidad. 
Pero, y ahora va uno de mis miedos por adelantados, me da miedo hacerlo, me da miedo llegar a tenerla, porque sé que igual no será una conversación de dos, sino de tres, aunque también sé que ouede que me esté equivocando, porque se te ve una persona de confianza, pero no sé, tengo mis dudas...
Igualmente, tampoco creo que en algún momento hablemos más de lo que ya hablamos, nuevamente digo, puede que me esté equivocando, pero prefiero sorprenderme a que me den más palos... 
¿Sabes otra cosa que me encantaría? Poder abrazarte, así de espontáneo y sin miedo a que te quedes paralizada o con cara de "¿Qué coño hace esta niña?", pero sí, me gustaría poder abrazarte, va a sonar muy raro, pero me está empezando a crecer un sentimiento de protección hacia ti, no es malo, en absoluto, lo tengo con toda la gente que me importa, pero tú tienes todavía ese murito que no sé si se me permite transpasarlo, si es correcto cruzar esa barrera o no... 
Pero quiero que sepas, que muchas veces te miro, cuando tú no me ves y me imagino abrazándote, no digo en plan romántico, no me mal entiendas, sino un abrazo normal que le das a una amiga...
No sé qué tiene preparado el destino para mí contigo, no sé ni lo que pueda pasar mañana, pero quiero que sepas, que AHORA me he fijado en ti y que aunque a veces sienta que no voy a conseguir nada, yo voy a seguir intentándolo, voy a seguir dándote detalles que igual no vienen a cuento, pero me nacen, voy a seguir escribiendo sobre ti cuando mi cuerpo y mi mente lo necesiten, porque me siento más cerca de ti. Y aunque aún no lo sepas, porque no se ha dado la ocasión de decírtelo... Me tienes aquí, al otro lado de una pantalla o cara a cara si lo deseas, pero me tienes aquí para lo que necesites... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario